Después de lo bien que les fue a ambos con Una historia de violencia, David Cronenberg y Viggo Mortensen vuelven a reunirse en una nueva historia de violencia centrada en la mafia rusa en el Londres menos turístico.
La película nos descubre ese mundo de negocios ocultos a través de la preciosa mirada de Naomi Watts, una mujer corriente que accidentalmente entra en contacto con ese ambiente de violencia, honor y crimen. Ella nos conduce por callejuelas y lujosos salones, muestra los códigos que utilizan en esa organización mafiosa mientras desarrolla la historia humana de su personaje y el de Viggo Mortensen, aspirante a capo que parece impasible ante todo, aunque guarde un as en la manga.

Un poco como en El Padrino, la sobriedad y la contención dramática, son las armas de Cronenberg, que solo estalla puntualmente en un par de violentas escenas.
El resto es todo perfecto: todo está en su sitio, nada desentona, el reparto es magnífico. Todo ello hace de esta Promesas del Este una opción muy recomendable.
La película nos descubre ese mundo de negocios ocultos a través de la preciosa mirada de Naomi Watts, una mujer corriente que accidentalmente entra en contacto con ese ambiente de violencia, honor y crimen. Ella nos conduce por callejuelas y lujosos salones, muestra los códigos que utilizan en esa organización mafiosa mientras desarrolla la historia humana de su personaje y el de Viggo Mortensen, aspirante a capo que parece impasible ante todo, aunque guarde un as en la manga.

Un poco como en El Padrino, la sobriedad y la contención dramática, son las armas de Cronenberg, que solo estalla puntualmente en un par de violentas escenas.
El resto es todo perfecto: todo está en su sitio, nada desentona, el reparto es magnífico. Todo ello hace de esta Promesas del Este una opción muy recomendable.
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