La primera es que ha ganado el buen fútbol. Tengo la duda si los rivales eran muy malos o los nuestros muy buenos pero conforme avanzaban los partidos creo que queda clara la calidad de esta selección. Una selección que, por fin, no ha sido un mini Real Madrid, mal que les pase a algunos voceros de las Españas, esos que cambian de chaqueta con una facilidad pasmosa.
La segunda es que ha sido el triunfo de Cuatro. No quiero ni pensar cuánta pasta habrá conseguido la cadena con las retransmisiones y todos los especiales. Pero lo cierto es que han sabido hacer muy bien lo que la radio lleva haciendo años, el prepartido, los vestuarios, llevarnos al campo, contarnos interioridades. Acostumbrados a las retransmisiones oficiales de TVE el soplo de aire que fue el Plus lo ha superado Cuatro.
Aunque abusen de forofismo y publi.
El tercer punto va dedicado al fanatismo. Es normal que estos hechos lo copen todo, que se monten fiestas gamberras en todas partes (y otras más pacíficas, claro) Pero lo que no es normal es que se ensalce la Patria y mil cosas más por un partido de fútbol. No me gusta el exceso de forofismo de los comentaristas de teles y radios, sonrojante y que a más de uno debería llevarle a la expulsión del colegio de periodistas.

Quede aquí el comentario y mi alegría moderada por el triunfo. Por primera vez que yo recuerde una España humilde y con ganas de jugar el fútbol gana. A ver si es la tónica a seguir por equipos y selecciones.