RUBY SPARKS

Los directores de Pequeña Miss Sunshine han encontrado en el guión de la actriz Zoe Kazan el material adecuado para su nueva película que protagoniza la misma actriz junto a Paul Dano.

Ruby Sparks es una historia agridulce a medio camino entre las paranoias meta literarias de Charlie Kaufman y el discurso de 500 días juntos. Todo comienza cuando un escritor en crisis acuciado por la necesidad de repetir el éxito de su primer libro no encuentra material sobre el que escribir. Mientras tanto se entretiene soñando sobre la mujer de sus sueños, escribiendo sobre ella hasta el punto de robarle horas al sueño para seguir con ella a través de la ficción. La cosa se convierte en rara cuando esa chica aparece en su casa como por arte de magia.

La película habla de amor y de desamor, de esa necesidad que a veces tenemos de “escribir” la vida de nuestra pareja, de alterar su comportamiento para que se acerque a nuestro ideal. Dicen en la película que enamorarse es mágico, casi igual de mágico que dar vida a un personaje de ficción. Pero Ruby Sparks, que comienza con esa brillantez del amor incipiente, la magia de la coincidencia, se va oscureciendo a medida que el protagonista empieza a pensar que esa creación le ha salido rana, es decir, que es una persona de verdad que supera el control de su autor.

El resultado es una película interesante que entretiene y hace pensar. Tiene más de un momento afortunado y supera un pequeño bache que sufre la historia gracias al trabajo de un excelente reparto.