Hubo un tiempo en el que Oliver Stone no solo hacía buenas
películas, también firmaba buenos guiones. No se bien qué le ha ocurrido pero
viendo Salvajes uno podría pensar que está dirigida por un realizador del
montón. Parece ser que Stone se limita a introducir el blanco y negro o algún
juego de montaje como para demostrar que sigue estando ahí, que la peli
realmente la dirige él.
Lo malo de la película no es que esté mala rodada. De hecho
no lo está, es más que correcta. El problema es la historia, que deja de
interesar a la media hora y se convierte en un relato aburrido, los personajes,
que son bastante lamentables, y los actores. Los protagonistas son bastante
penosos pero los actores consagrados que aparecen tampoco lo hacen mucho mejor.
Tampoco les ayudan sus personajes, la verdad.
Para colmo de males la película cuenta con una voz en off
irritante y casi innecesaria pero lo más indignante de todo llega al final con
una pirueta de guión que haría sonrojar a cualquier debutante.
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