Hace unos años Liam Neeson se reveló como un gran héroe de
acción con Venganza, una película que se convirtió en un éxito sorpresa. Nesson
era un agente de la CIA que se lanzaba a la aventura cuando su hija era
secuestrada durante un viaje a París. Dos años después los familiares de la
gente a la que Nesson mató se quieren vengar y no se les ocurre otra cosa que
hacerlo en Estambul.
La película argumentalmente tiene poca novedad, repite la
fórmula de éxito con otro director y más peleas. No está mal rodada pero uno se
desconecta rápido de lo que está viendo. Solo el carisma de su protagonista la
hace soportable. Ahora bien, me parece muy superior a otras pelis de género que
hemos visto este verano como la última de Bourne. Y es que un buen actor puede
hacer pasable una peli mil veces vista.
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