Mi conocimiento de Los Miserables acaba en la película que
Liam Neeson y Geoffrey Rush protagonizaron en 1998. No he visto el musical
aunque sí reconozco alguno de sus temas. Llevar al cine un musical siempre
requiere de un tacto especial, si no se tiene cuidado es muy fácil caer en el
exceso o pasarse de purista llevando tal cual la obra a la gran pantalla.
Los Miserables viene anunciada como una de las películas de
año por su reparto y por su director, el muy sobrevalorado Tom Hooper (¿alguien
recuerda El discurso del rey como algo memorable?) La cuidada producción es otro
de los elementos que suma a la hora de ir a ver la peli con ganas sabiendo lo
que vamos a ver, dos horas y media de gente cantando, amores, dramas y
revolución.
A un servidor la película le ha decepcionado. Lo peor de
todo es que se me ha hecho muy larga, más allá de la brillantez de un par de
números, el resto se me hace cansino. Supongo que el director ha querido ser
fiel al musical pero con menos música seguramente la función ganaría en
agilidad. Aunque la película empieza bien se me desinfla conforme van pasando
los minutos. La tensión dramática se pierde e incluso el enfrentamiento entre
Valjean y Javert se queda en poca cosa.
Hooper opta por
mostrar lo que en el teatro no se aprecia tan bien: el primer plano del actor
que canta. Esta elección que parece acertada se torna repetitiva cuando cada
número musical es igual, siempre se acaba yendo al primer plano. Y no siempre
el reparto está a la altura. Muchas veces cantar bien no es suficiente y,
aunque le ponen empeño y se esfuerzan por interpretar al mismo tiempo que
recitan, los actores no me conmueven. Es más, me parecen un tanto forzados al
no haber ni un solo respiro, todo son canciones o recitados.
Salvo dos o tres momentos en el que la letra y el talento
del actor superan esa frialdad de cartón piedra que parece tener la película,
uno de ellos es el primer plano de Anne Hathaway en I dreamed a dream, y otro
la aparición de Samantha Barks (Éponine) que le echa arrojo a su personaje.
2 comentarios:
A mí me ha encantado. La película no es una buena adaptación, eso sí: ¡porque no adapta nada! Es una pura y llana versión cinematográfica de lo que sucede en el teatro.
Los/as que conocíamos el musical íbamos prevenidos/as y con ganas de ver qué se había hecho con la historia y los números musicales,etc. Pero también nosotros/as somos los la hemos apreciado, por eso mismo, porque nos han dado lo que queríamos: una versión íntegra y sin recortes ni adaptaciones cinematográficas.
Para mí, lo peor sin duda, Russell Crowe, sin potencia ni control vocal, hace que el memorable personaje de Javert se quede en el de un mindundi ¡qué horror! No llega ni a nivel interpretativo ni a nivel vocal.
El resto del reparto se luce, eso sí.
¡A mí me ha encantado la película! ¡Me voy a verla de nuevo! :D
Estoy con usted Sr. Cine.
Para los que se nos antojó larga, vimos la salvación en el número de Baron Cohen y Boham Carter de la taberna. Muy divertido.
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