Cesc Gay, tras En la ciudad y Ficció, ofrece un retrato
demoledor del género masculino en su nueva película. Ver Una pistola en cada
mano es como mirarse en un espejo y la verdad es que lo que vemos no nos gusta.
Pero no nos gusta no porque el director exagere el retrato sino porque lo que
muestra es dolorosamente acertado.
A partir de diversas historias relacionados con el mundo de
la pareja y con el soporte de un excelente reparto, Gay va mostrando de la
manera menos afectada del mundo lo tontos que llegamos a ser los hombres y cómo
no nos hemos dado aún cuenta que el mundo es de las mujeres. Hace tiempo que el
hombre asiste a un cambio de roles ante el que no sabe o le cuesta reaccionar.
Los protagonistas de la peli son un buen ejemplo de ello. Una pistola en cada
mano funcionará en la medida que el público se identifique con sus historias y
con su tesis. Es una comedia muy agridulce, es imposible no ver en el
comportamiento de algunos personajes cierto patetismo que no nos es ajeno.
A mi la película me interesa y valoro especialmente lo bien
escrita que está ya que consigue eso tan complicado de hacer creíble el habla
cotidiana y de construir unos personajes cercanos. Eso sí, admito que alguna
historia no me acabó de enganchar y que el relato a medida que avanza se queda
un poco estancado. Pero solo por ver el trabajo de grandes actores como Darín,
Cámara, Tosar o de actrices como Clara Segura, Leonor Watling y Candela Peña
vale la pena este ejercicio de autofustigamiento.
1 comentario:
Que pedazo de reparto!!
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