Los viejos héroes de acción no llevan bien el paso del tiempo
o, mejor dicho, no se llevan bien con directores y guionistas poco habilidosos
que se encargan de recuperarlos en una nueva película. John Mc Clane es uno de
esos personajes que define un tipo de cine acción por si mismo pero también
porque John Mc Tiernan y Renny Harlin supieron colocarlo en el lugar adecuado y
rodearlo de una historia que funcionaba.
La saga de Jungla de Cristal ha deparado algunos de los
mejores momentos del cine de acción de todos los tiempos pero la cuarta y esta
última parte no tiene nada de eso se convierte en una más, una peli de acción
del montón en la que incluso las bromas de Mc Clane son pobres y la acción es
más apabullante que realmente espectacular.
Unir al detective de NY con su hijo no ha resultado una
buena idea pero aún peor es recuperar de forma cutre algunas de las soluciones
narrativas de la primera película. Las comparaciones son odiosas y por más que
la banda sonora trate de recordar que estamos en una peli de Jungla de Cristal
uno no puede evitar bostezar ante un Bourne de tres al cuarto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario