Arnold Schwarzenegger y Abigail Breslin protagonizan Maggie una
historia de zombies diferente hasta cierto punto. El proceso que lleva a una
niña a convertirse en zombie después de la primera infección bien puede compararse
al de cualquier enfermedad sin cura. El padre y su madre deben hacer frente a
esta situación sabiendo que la chica es un peligro para otros además de
encaminarse a un cruel desenlace. La película es un poco aburridota; una vez
planteada la premisa inicial ya nos sabemos más o menos lo que va a pasar. Que
Arnie afronte un papel dramático de manera convincente no es tampoco demasiado
sorpresa. Yo siempre he pensado que es algo más que un saco de músculos. La
película funciona por los actores y por su sobriedad pero es otro paso más en
la carrera un poco perdida de un actor que lo fue todo.
También de pérdidas, de mirar al pasado, de reflexiones sobre lo divino y lo humano, va la última película de Paolo Sorrentino tras La gran belleza, Youth. Esta mañana la hemos visto aquí y espero que por fin se estrene. Admito que me esperaba más, viniendo de lo que venimos, pero la película me ha gustado, por más que a veces crea que a Sorrentino le mueve más la puesta en escena que la historia, sobre la que da vueltas a veces sin que parezca que lleva un rumbo claro. Las imágenes, la música y los actores, con los extraordinarios Michael Caine, Harvey Keitel y Paul Dano a la cabeza, elevan una película que no responde a todas las expectativas que nos había despertado.
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