Slow West trae de nuevo este día
a Michael Fassbender a Sitges, aunque solo sea en la pantalla. La película es
un western de esos crepusculares, retrato de un mundo donde todo se está
derrumbando, donde un chaval pringadillo viaja desde Escocia a Colorado para
buscar a su enamorada. Por el camino se encuentra a un fugitivo que le
acompañará y eventualmente le protegerá. La película es entretenida, sigue las
reglas del género con buenas maneras y tiene algunos detalles destacables. Me
gusta la parte final ya que podría haber derivado en otra cosa y mantiene bien
la coherencia con el tono que da a la historia durante todo el rato.
Kevin Bacon haciendo de poli malote era lo que prometía Cop Car y no ha decepcionado, yo diría que incluso supera mis expectativas. Dos chavales encuentran un coche de policía abandonado y lógicamente lo pasan en grande con él hasta que descubren que pertenece a un sheriff con algunos secretos que esconder. La película es sumamente distraída, aprovecha muy bien sus pocos recursos y resulta disfrutable. Sin ser ninguna maravilla está bien hecha y es recomendable.
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